Tu paso por la vida como la del gran timonel,
Fueron frutos del hombre que todo lo entrega sin pedir nada.
Calumniado y perseguido como vil ladrón,
Supiste castigarlos a todos con la espada del silencio,
Silencio que solo se escuchaba en el mural de tus lamentos.
Los hipócritas y los traidores de la patria,
Nunca dejan huellas en la página limpia de la historia,
Solo hombre probo y digno como tú,
Llevan el honor de llamarse hombre-patria
Sobre-nombre que solo pueden portar,
En este laberinto político lleno de zancadillas y traiciones,
Los que nunca se mancharon con el oro corruptor.
Hoy te marchas, y los lejanos recuerdos de lo que fuiste
Choca contra los molinos de vientos,
Dejando caer en el suelo la triste realidad de la vida.
Mundo de ilusiones y desesperación del espíritu.
Llueve en todo el territorio nacional
Y los pasos augustos de los que te llevan
Van dejando tras de sí, los dulces recuerdo
De quien quiso vivir, para libertar a su patria.
Autor, Jorge Puello
P.S
¡OH QUISQUEYA INFELIZ, QUE SOLO TE ACUERDAS DE TUS GRANDES HOMBRES…
CUANDO SON TUS GRANDES MUERTOS!
Federico E.C.
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